Pérdida de peso
En invierno, los caballos queman hasta un 15-20 % más de calorías tratando de mantener su temperatura corporal. Para ayudar a mantenerla se recomienda aumentar, al menos un 3 % de su peso corporal, en cantidad diaria de heno. Este aumento es muy importante porque la fermentación bacteriana de los alimentos fibrosos genera una gran cantidad de calor que ayudará a mantener la temperatura corporal más estable.
El aumento de la ingesta de calorías con una alta calidad, como puede ser heno y pienso, es muy beneficioso para el mantenimiento de la condición corporal. Esto es especialmente cierto con los caballos de más edad que a menudo requieren suplementos de grasa adicionales para el coste de energía extra para mantener su calor.
No hay que olvidar que es muy importante observar las interacciones de los caballos cuando se alimentan en manada. De esta forma, podremos comprobar que cada animal recibe su parte correspondiente de alimentos.
No obstante, en algunos casos, aunque aumentemos la cantidad de comida, algunos animales, sobre todo los mayores, pueden no engordar y/o continuar adelgazándose. Cuando se nos plantea esta situación, es primordial descartar otros problemas como los dentales, parasitarios o digestivos.
GASTRIAID es la mejor opción para proporcionar una protección diaria a los problemas gástricos y digestivos. Absorbe el exceso de ácido, ayuda a la absorción de la fibra y mantiene el pH. Contiene antiácidos, prebióticos y probióticos que ofrecen el mantenimiento y protección que necesita el estómago. Indicado para caballos que no cogen peso, con diarrea o con síntomas o historial de úlceras.
Si no nos encontramos con algún problema de salud, debemos pensar en suplementar a nuestros caballos para evitar problemas secundarios al adelgazamiento.
OMEGA OIL es una mezcla de aceites naturales, ricos en ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6 que ayudan al caballo a digerir el alimento y a incrementar su peso. Además, este magnífico suplemento también potencia otros sistemas del caballo como el inmunitario y el reproductor.
En definitiva, incluso haciendo las cosas bien, su caballo puede desarrollar problemas relacionados con la estación invernal. No obstante, aplicando sentido común, evitando al máximo que su caballo sufra cambios de temperatura bruscos, viva en zonas húmedas y procurando que éste crezca fuerte a través de una nutrición adecuada, ejercicio frecuente, atención regular de los herrajes y una detección y tratamiento temprano de los problemas que se presenten, usted ha mejorado las posibilidades de prevención y ha evitado la aparición de muchos problemas que pueden afectar gravemente su salud.
